Se dice que era obispo de Terni y que, tras cincuenta años en el puesto, gozaba de una merecida reputación de taumaturgo. Cierto día le visitó el filósofo romano Critón y le pidió que salvara a su hijo. «Iré si me prometes que tú y los tuyos os hacéis seguidores de Cristo», dijo el anciano. Gritón lo prometió y Valentín curó al enfermo. Acto seguido, la familia entera se convirtió. Enterado del milagro, el prefecto romano Abundio mandó que mataran a Valentín'.
-Pentecostés " Os digo la verdad, es mejor para vosotros que vaya, porque si yo no voy, no a os vendrá al Consolador; Cuando haya ido, os lo mandaré y viniendo, convencerá...
-María Madre de la Iglesia El día 11 de febrero de 2018 sobre voluntad de Papa Francesco la Congregación por el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha inscrito en el...