Se dice que era obispo de Terni y que, tras cincuenta años en el puesto, gozaba de una merecida reputación de taumaturgo. Cierto día le visitó el filósofo romano Critón y le pidió que salvara a su hijo. «Iré si me prometes que tú y los tuyos os hacéis seguidores de Cristo», dijo el anciano. Gritón lo prometió y Valentín curó al enfermo. Acto seguido, la familia entera se convirtió. Enterado del milagro, el prefecto romano Abundio mandó que mataran a Valentín'.
-Santos Fortunato y Hermágoras MártiresErmagora es el obispo con quien comienza el catálogo episcopal de Aquileia y no hay razón para dudar de este testimonio. Habría vivido hacia mediados...
-San Enrique II EmperadorS. Enrico nació en el 972 de Enrico, rey de Baviera y de Gisela, hija de Corrado rey de Borgoña. Tuvo óptima índole, nobles sentimientos y rara virtud:...