El obispo de Benevento, Jenaro, y otros seis compañeros más sufrieron el martirio en Pozzuoli, y de ahí nació todo.
Las reliquias de Jenaro fueron llevadas a la catedral de Nápoles. Y allí han hecho de él mascota de la ciudad y centro turístico.
A él acuden, pidiéndole protección, todos los napolitanos, cuando su torvo vecino, el Vesubio, se pone en plan amenazador.
Pero lo más curioso de este personaje es que varias veces al año, y especialmente el día 19 de septiembre, la sangre del santo se vuelve líquida y toma un intenso color rojo.
Depositada en unas ampollas, la sangre está seca y solidificada durante el año, pero en esta fecha cambia de aspecto, de volumen y de peso.
Este hecho, innegable, se repite todos los años desde hace siglos. Se han hecho análisis de todas las clases, se han verificado pruebas de todos los estilos, y nadie ha llegado a ninguna conclusión.
Los unos lo quieren explicar como un fenómeno natural, y los otros, como un milagro. Pero nadie ha resuelto aún la entrañable sorpresa de una sangre que se pone viva al conjuro del frío calendario.
-El Jueves Santo Ultima cena del SeñorEl jueves Santo se celebra el ritual de la bendición de los aceites santos durante la Misa de la Crisma recordando la última Cena del Dios y empezando...
-El Viernes Santo La Pasión del SeñorLa Iglesia con la meditación de la pasión del Cristo y con la adoración de la Cruz conmemora su origen de la cadera del Dios, que intercede por la salvación...