Pío XII declaró el día 1 de noviembre de 1950: "Definimos ser dogma de revelación divina que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celeste".
Para hacernos sitio; ella subió por delante para enseñarnos el camino. Ella, nuestra Madre, ha ido por delante para prepararnos un lugar.
"Una espada traspasará tu alma". Aquello dolía mucho. Toda la pasión del Hijo encima de sus hombros de mujer, era mucho para ella. Le dijeron lo de la espada. Que luego sería glorificada, nadie se lo anunció. Vivió en tinieblas; la luz vino después.
Cuerpo glorificado, el suyo, que luego se muestra en Lourdes, en Fátima y en Polonia. Cuerpo hermoso, sin arrugas, venerado en Vitoria, en Sevilla y cn Toledo. "Es la misma".
Cuando los cristianos encuentran una imagen distinta de la de su pueblo, dicen con certeza: "Es la misma". La que sube a los cielos toda hermosa. La Inmaculada, la del Carmen y la Dolorosa. Es la misma. Es la Virgen glorificada para siempre.
El ser humano ya sabe ahora dónde está la meta. Más allá del sepulcro, más allá del cementerio, más arriba, más lejos, donde ella está.
-Santa María Goretti Virgen y mártirNacida en Corinaldi (Ancona, Italia) en 1890; muerta en Nettuno el 6 de julio de 1902. De familia muy pobre y húerfana de padre, con solo doce años tenía...