Ermagora es el obispo con quien comienza el catálogo episcopal de Aquileia y no hay razón para dudar de este testimonio. Habría vivido hacia mediados del siglo III y, después de él, ese catálogo continúa sin interrupción, a pesar de cierta incertidumbre, hasta la supresión de la diócesis patriarcal en 1751. Además, no sabemos con certeza nada sobre el obispado. A esta falta pretendía suplir una gran leyenda formada durante el siglo VIII. Cuenta que el evangelista San Marcos, enviado por San Pedro para evangelizar a la Italia superior, llegó a Aquileia, allí conoció a un ciudadano llamado Ermagora y, convertido al cristianismo, lo consagró obispo de la ciudad, iniciando así la evangelización de todos. El espacio centroeuropeo. Habría terminado su misión con el martirio durante la persecución provocada por Nerón y su diácono Fortunato habría sido su compañero. Los dos santos son clientes de la archidiócesis de Gorizia, de la archidiócesis y de la ciudad de Udine, así como, durante algunos años, de toda la región de Friuli Venezia Giulia.
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