Brígida de Irlanda fue una Abadesa, que vivió entre el 400 y el 500, patrona de Irlanda, de los herreros, de los hijos reconocidos, de los gallineros.
Fue hija de un jefe pagano y una esclava cristiana. Llevó el nombre de la diosa del fuego. A los seis años decidió, en su corazon, de convertirse en monja después de haber sentido predicar a San Patricio. Su caridad, cuando donaba leche, manteca y harina a los pobres, hizo enfadar su padre. Pero cuando regaló su espada real a un leproso, la dejó entrar a convento. Brígida se volvió Abadesa y fundó la abadía de Kildare.
La Cruz de Santa Brígida es una cruz que se consigue atando junto ramilletes de paja, por este los cuatro brazos no estàn en correspondencia pero sobre niveles diferentes. La leyenda cuenta que el jefe pagano, su padre, estuvo moribundo y los parientes la llamaron. Brígida se sentó cerca de èl y empezó a consolarlo, tomò por lo tanto del suelo la paja y empezó a entrelazarla a cruz. Los católicos irlandeses ponen cada primer febrero una cruz de Santa Brígida bajo los techos de las casas.
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