Como ya en el antiguo Testamento, así como en lo Nuevo, Dios nunca omite de suscitar, según las necesidades de la Iglesia, hombres eminentes por santidad, celo y doctrina.
Uno de éstos fue S. Francesco Caracciolo, fundador de los Clérigos Regulares Menor.
Nació el 3 de octubre de 1563 a Santa Maria de Villa en los Abruzos. Su nombre de pila fue Ascanio. Sus padres Ferdinando Caracciolo e Isabella Barattucci, que unieron una igual bondad a la nobleza, estuvieron atentos de inspirar desde la cuna al pequeño Francesco los sentimientos de la religión y proporcionarle sucesivamente una óptima educación.
Y Francesco, por su parte, traficó bien los talentos concedidoles por Dios. Renegándo constantemente si mismo, ayudado por la gracia de Dios, supo vencer sus defectos y combatir sus pasiones.
Todavía pequeñito tuvo sumamente a corazón dos cosas: El amor a Jesús Eucarístico y a Maria SS.
Una grave enfermedad que lo afligió largamente le hizo conocer cuanto Dios quiso de él: tuvo que ponerse religioso, y padre de religiosos. Decidiò entonces el definitivo abandono del mundo para consagrarse totalmente a Dios. Apenas curado se llevó a Nápoles a cumplirvos los estudios de teología y en poco tempo se volvió sacerdote.El primer apostolado lo ejerció en la ciudad misma, disponiendo los presos condenados a muerte a reconciliarse con Dios.
Pero el campo de bien fue demasiado pequeño para él. Dios lo llamó más para arriba. Agostino Adorno despues de volverse en sacerdote decidió la fundación de un nuevo instituto; y por mejor lograr se asociò a un compañero, y invitó tercero compañero por carta.
Por una equivocación la carta de invitación en vez de al verdadero destinatario que se llamaba Caracciolo, acabò a nuestro San. Éste recibiéndola como la voz misma de Dios, aceptó y con todo el ardor de su corazón se dio a la santa empresa.
Los tres se retiraron en el convento de los Camaldolesi en Nápoles y hicieron 40 días de retirada. Escribieron por lo tanto la regla y se fueron a Roma para la aprobación.
Sisto V animó la obra y los tres se retiraron de nuevo a Nápoles el 9 de abril de 1589, donde hicieron la solemne profesión en la que Ascanio tomò el nombre de Francesco.
La congregación se extendió rápidamente en el Reino de Nápoles y en España aunque entre mil dificultades. Mientras tanto muriò el P. Adorno y Francesco se puso general del orden.
Muchas fueron las calumnias directas contra él de parte de gente envidiosa del alto su cargo, pero también este él soportó humildemente por amor de Dios. Aunque superior general, siguió cumpliendo todas aquéllas acciones que el último religioso cumple y ordinariamente su conversación fue virtud. Todavía vivo obró muchos milagros.
Murió en Agnone el año 1608 al cargo de general superior general. El 24 de marzo de 1802.
-Nuestra Señora del Rosario El día 7 de octubre de 1571 fue un día de excepcional 1; importancia para la cultura de Occidente. Había en Europa un grave peligro que amenazaba a...
-Santas Tais y Pelagia PenitentesVivieron las dos en los principios del siglo IV, cuando los cristianos eran perseguidos en el Imperio romano. Tais era una prostituta de Alejandría, y...