Este franciscano nació en Paula, muy cerca de Calabria, en el afio 1416; sus padres invocaron a san Francisco de Asís para tener fruto y se cumplió, y le pusieron el mismo nombre. De pequeño tenía una nube en un ojo, hicieron nueva promesa al Señor de vestirle por un año el hábito de san Francisco y se le desvaneció la nube.
Quiso la madre criar con virtud a su hijo, pero no hizo falta mucho consejo, pues Francisco sentía natural inclinación a la oración. A los trece años lo entregaron a los religiosos de san Francisco en el convento de san Marcos en su misma ciudad.
Ya entrado en años y como fundador de la orden de los Mínimos, quiso llevar una vida más humilde. Los Mínimos llevan una estricta observancia de la pobreza, obediencia y castidad, y además observan un cuarto voto: el ayuno perpetuo, abstinencia de comer carne, huevos y lácteos; no podían llevar ropa interior y tenían que dormir con el hábito.
Moriría en el monasterio de PlessislesTours, el 2 de abril de 1507, con noventa años de edad y setenta de penitencia; León X lo beatificaría en 1513 y el primero de mayo de 1519 sería canonizado. En su localidad, donde murió, se conserva como reliquia su hábito.
-Todos los santos Yo creo que los santos son nuestros amigos por dos razones. La primera es que el tiempo que nos separa de ellos no es para tanto. Nuestra vida es reducida;...
-Todos los difuntos Parece que, si queremos ser felices, tenemos que olvidarnos de que vamos a morir. Pero ese intento es una tontería, porque, quieras o no, te vas a morir...