Era una humilde sirvienta en casa de un rico señor de Lucca, Italia, este patrón la ocupaba en servicios bajos y despreciables, ella corría ociosa a cualquier labor que fuese ordenada por su señor; en sus ratos libres se dedicaba a la oración, su virtud fue causa del desprecio de su amo, siendo también despreciada por sus parientes y burlada por sus compañeras.
La tradición cuenta que predijo el día de su muerte ya sexagenaria, ocurrida el 27 de abril de 1278; las muchachas de servicio la honran como patrona de su devoción. Su vestimenta es variada y sus atributos son un manojo de llaves, un jarro en la mano, o entregando un abrigo de pieles a un anciano.
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