S. Saba nació en Mutalasca, en el territorio de Cesárea en el Cappadocia, de una de las más ilustres familias de aquel país. En su edad juvenil se apartó en un monasterio poco lejano de su patria; y después con licencia del abad fue a Jerusalén para venerar los lugares santificados por nuestro Divin Redentor.
Se puso bajo la conducta del célebre S. Eutimio, después cuyo muerte se lleva en un desierto cerca de lo jordano, donde pegó una vida separada por cada humano comercio. Pero el Dios dispuso que él todavía cooperara a la salud de los otros; y a tal efecto le mandó a muchas personas, los que sirvieron Dios bajo su conducta.
Él fue sucesivamente muy perseguido por algunos sus discípulos, a los cuáles hizo en cambio bien lema. El Patriarca de Jerusalén, Salustio, lo aprobò al sacerdocio, y dos veces lo mandò a Constantinopla por asuntos delta su Iglesia. Él volvió todo encantado a Palestina, y se fue a esconder en su soledad, dónde cargo de años y méritos santamente muriò el 3 de diciembre del año 434, comprobada por el Dios su santidad con muchos milagros.
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